PAULA
Si hay cosas que nunca puedo explicar, esta es una. En el último tiempo fui dándome cuenta de varios sentimientos o mejor llamarlos sensaciones que las personas atraviesan y que nunca pueden explicar. De todos modos hay una en particular que es especial. Especial porque me produce eso que no se puede explicar, y especial porque varios momentos me llevan a sentir lo mismo. Es un tema que logré plantearlo en el grupo, lo hablé con otras personas además y finalmente algunos pueden entenderlo y otros no, algunos compartirlo y otros no. De todos modos sería la combinación perfecta de nostalgia, armonía, emoción, un dejo de tristeza y un poco de melancolía. ¿Cómo puede ser? Si, es posible, es esa sensación inexplicable… Algunos lo viven cuando terminan el colegio, saber que se deja atrás muchos años para empezar una nueva etapa, uno lo recuerda con felicidad pero no deja de causar nostalgia y a la vez emoción. Otros lo ven cuando una novia está por casarse, y entre ellos como se miran, y la sensación o lo que son capaces de transmitir, otros lo viven al ver crecer sus hermanitos, en un atardecer, al sentir raro los domingos, al ver envejecer a los abuelos, al encontrar el amor de tu vida, o simplemente mirando los logros de tus amigas.Un lunes, como cualquier otro, nos encontrábamos en la casa de la señorita rubia M. Teresa Amalia Moyano (ups perdón) e intenté explicar esto que me pasaba. Anita fue mi primera comprendida y se nos ocurrió que debía tener un nombre. Paula formó gran parte de nuestras vidas, estuvo presente en la mayoría de las previas desde hace años. Surgió una semana santa en la Granja, y desde entonces nunca se fue. Flor, gran ocurrente, no tuvo mejor idea que denominar a ese sentimiento como Paula. Y si… es así, Paula más allá de ser ese juego que te hace tomar, es esa mezcla de sensaciones que sentimos algunos en determinadas circunstancias produciendo ese noseque… PAULA
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